La geometría alargada de la parcela, las orientaciones favorables (intentando optimizar las ganancias solares, protección de los vientos dominantes y minimizar pérdidas caloríficas), así como los retranqueos y lindes señalados en la normativa condicionan el emplazamiento dentro de la parcela. Sin dejar al margen lo anteriormente señalado cabe destacar el elemento fundamental entorno al que gira el proyecto, las vistas, ya que la situación de la finca y su pendiente continuada al oeste, hacía el acantilado, nos proporcionan unas panorámicas incomparables de la ensenada de la playa de Porcía. De esta manera creamos ya en el exterior áreas con diferentes orientaciones para alcanzar un máximo grado de aprovechamiento en relación a la climatología tan cambiante. Posibilitamos así su aprovechamiento en diferentes condiciones climatológicas. Obtenemos como resultado el patio abierto de acceso a la vivienda con orientación sureste, protegido por la propia construcción del viento frío del noreste en días soleados y de las lluvias del suroeste, y el pequeño porche abierto de orientación suroeste preparado para días de verano soleados, con amplias vistas sobre la ensenada.
En el interior se continúa con la misma intención, trasladamos a la fachada norte en planta baja las estancias de servicio y menor uso por parte de los propietarios (garaje / sala de instalaciones, trastero, baño y dormitorio de invitados) tratamos de reducir los huecos de iluminación y ventilación al mínimo en esta fachada. Abrimos grandes ventanales en la fachada noroeste con la intención de obtener las mejores vistas y paliamos la posible pérdida calorífica de esta orientación mediante la apertura de grandes huecos de iluminación y ganancia solar en fachadas y cubiertas orientadas al sur que caldearán el aire y los elementos constructivos con inercia térmica de este espacio continuo y abierto que configura en núcleo en doble altura de la vivienda.
Fotografías Lemiaj.